
Este artículo periodístico nos habla de los daños que le causamos al mar, lo cuál provoca grandes destrozos en los momentos de lluvias torrenciales.
Ofende que te digan la verdad a la cara, pero más bien es miedo al oír las palabras exactas del daño que le hacemos a nuestras costas. El mundo se preocupa mucho por su patrimonio, por la nueva colección de Channel, el programa de esta noche, lo que ha pasado en Gran Hermano, lo que dice Peñafiel de los reyes, la oposición discute con el presidente… nos abobamos en un mundo de preocupaciones inútiles, sin fijarnos en lo que realmente importa. El simple hecho de tirar un papel al suelo, no nos damos cuenta de lo que generamos, es solo un pañuelo, pero si todos tiramos más de un pañuelo se formaría una gran acumulación de porquería.
Lo mismo pasa con nuestras costas, los señores del nuevo mundo capitalista necesitan su “casita de verano” delante de la playa, ¿Dónde ponerla no hay sitio?, pero el mar es muy grande, por un trocito que le quite, pero cuando todos quitamos un diminuto trozo al mar, le estamos quitando vida.
Esto, en forma de parodia, suena divertido, pero creo que a nadie le hace gracia. Infestamos este mundo de basura y a parte no protegemos lo realmente importante la naturaleza, no conservamos nada. Luego nos sorprendemos, y lloramos cuando la tierra nos devuelve el dolor que le hemos causado. Se inundaron unas casas, si no las hubiéramos construido en un barranco no hubiera pasado.
Pero ya no respecto el tema del agua, miremos las montañas. Sorprendentemente hay miles de parques naturales que se queman, y se supone que hasta después de 10 años no se puede remodelar esa zona. Es el caso de una montaña “La Renega” yendo hacia Benicassim, paso eso y a los 4 años esta repleto de “casitas de verano”.
La mano del hombre esta haciendo mucho daño a nuestro mundo y aunque seamos tantas personas como vivimos en Europa que nos revelemos, no serviría de nada. La codicia del capitalismo, ciega por completo a la sociedad, que es egoísta y solo piensa por sus intereses. El día que pretendan arreglarlo será demasiado tarde. Cuando quede un trozo de capa de otoño como el tamaño de una uña será importante. Porque el hombre esta tan ciego, que solamente ven los problemas cuando los tienen encima de ellos. Esto no es cuestión de soltar un talonario para arreglarlo, para eso necesitamos años y gente buena para poder salvar a la Tierra de una muerte, por ahora, inevitable.
La imagen de el lado es una foto del Tsunami de hace 2 o 3 años.